
La energía es la capacidad que posee un cuerpo para realizar una acción o trabajo, producir un cambio o una transformación y es manifestada cuando pasa de un cuerpo a otro.
La materia posee energía como resultado de su movimiento y/o de su posición en relación con las fuerzas que actúan sobre ella.
¿Qué significa esto? Exacto, que todo aquello que está presente en la naturaleza es energía. Todo tiene una frecuencia vibracional; piedras, árboles, música, colores e incluso en nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y emociones. Diversos recursos naturales o fenómenos de la naturaleza son capaces de suministrar y brindar energía en cualquiera de sus formas, por lo que se les considera fuentes naturales de energía o recursos energéticos, y ello engloba también, a los seres humanos.
Somos energía, pero además, somos conductores de ella.
Podríamos decir que cada persona tiene un conjunto diferente receptores, “de antenas”, por lo que por definición, cada uno recibe un campo de emisión diferente. Esto es lo que los físicos llaman “la energía en la que vivimos”. Así que todos estamos a la vez en un campo energético pero cada uno de nosotros recibe una parte muy precisa de ese campo, diferente a la de los demás.
No hay dos personas que compartan los mismos auto receptores, por eso no podemos intercambiar naturalmente células, órganos y tejidos entre nosotros.
¿De dónde viene la energía?
La energía se manifiesta continuamente a nuestro alrededor y se presenta en la naturaleza bajo muchas formas. La energía no se crea ni se destruye, simplemente se transforma. Esta es la ley de la conservación de la energía. Todas las formas de energía pueden convertirse en otras formas mediante los procesos adecuados, es decir, que la energía puede tomar apariencia de corriente eléctrica: luz, sonido o movimiento…
¿Cómo vemos la energía en el campo de la física cuántica?
Si los efectos de la relatividad son tan minúsculos en nuestras vidas, que nuestras percepciones más intuitivas, funcionan -según Newton- en un espacio-tiempo absolutos, más extraña es aún la cuántica, que afirma que nada puede ser predecido, que nada es lo que parece.
Los fenómenos que vemos en nuestras vidas a bajas velocidades demuestran que Newton funciona y que es el más intuitivo. Sin embargo, no supera el examen en experimentos sofisticados de altas velocidades, enormes campos de gravedad, o en las partículas más pequeñas. Es por eso que el universo es tan extraño, nada es lo que parece y permanece oculto a nuestros sentidos. Si tiramos una piedra a un lago. La energía de la piedra es transmitida al agua. Esa energía mueve el agua y genera ondas. Así que, aunque no puedas ver la energía, la fuerza de la energía cambia la forma del agua. La energía son las ondas, normalmente invisibles. Esto nos lleva a pensar, ¿qué pasa cuando dos “cosas” que no vemos -dos energías que no vemos- se tocan? Pues que una energía puede afectar a otra energía. Este suceso se llama “enredo” o “entrelazado”. No solo las cosas físicas interactúan, sino que las energías interactúan.
Kundalini Experience no es ni más ni menos que una experiencia con la energía, por eso lo primero que hacemos para sentirla es estirar- nos, relajarnos y cerrar los ojos. Nos resulta más difícil sentirla con los ojos abiertos porque nos han enseñado a “ver para creer” y aquí más bien tenemos que creer para ver.
Y aquí viene el trabajo del facilitador, para poder ayudar a que otros vivan esta experiencia primero tienes que poder reconocer la energía con los ojos cerrados, y después con los ojos abiertos. Y ahí es cuan- do entra la mente… por eso el facilitador debe dedicarle una parte de su tiempo a reconocer la energía con los ojos cerrados y sentirla aún después con los ojos abiertos, la mente activa y otros muchos estímulos y distracciones que hay en la tierra, y que tendréis en una sesión.
Pon una música que te guste, cierra los ojos y estírate en el suelo. Cuando sientas la electricidad, vibración, energía, danza, kundalini o como quieras llamarle estallar en tu cuerpo abre los ojos. Coloca las manos frente a la pared durante unos minutos. ¿Qué pasa?
Haz este ejercicio antes de que acudan los alumnos a tu experiencia para abrir el campo y sentir el poder energético que tienes.